...¿Hasta dónde te permitís volar?...



martes, 20 de abril de 2010

Dueña del Tiempo.

Si alguien la viera desde el aire, pensaría en una fila de hormigas alas que alguien interpuso una ramita. Es toda gente correteando a las apuradas sin detenerse ni a mirar a quién tiene al lado. Todos apurados, centrados en su deber. Todos, menos una.


Ella no va al ritmo de los demás, ella va en dirección contraria.

Ella tiene tiempo. Ella es dueña de su tiempo.

Observa. Camina. Piensa. Respira...

Su tiempo no es el de los otros, su camino tampoco. Ella es un alma sola luchando contra la multitud.

La empujan, la apuran, la miran mal. Ella eso no lo ve, está ocupada disfrutando del camino.

Mira a la gente corriendo, le dan risa. No saben lo que se pierden por no ver. Miran el reloj, el semáforo... ella siente la adrenalina porque un coche acaba de pasar por el lugar donde hubiera quedado ella si no hubiera corrido.

Es todo diferente, sin apuro. Si tu ritmo lo marcás vos. Vas buscando lo que te falta, te inspirás. Pero no tenés que dejar que nadie te apure.

Sigue caminando a su gusto y piacere hasta que se pierde en ese universo artesanal de cuentas de madera e hilos de macramé.

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