...¿Hasta dónde te permitís volar?...



viernes, 23 de octubre de 2009

La risa como analgésico.

Me tocó llorar.
Me tocó sufrir.

Tuve un accidente y me tuvieron qe llevar inmediatamente al hospital.
Menos mal qe era una urgencia.

Desde la misma postura en la qe cai, esperé CUARENTA MINUTOS hasta qe la bendita ambulancia llegara.
Tirada en el piso, con la espalda torcida (miedo de moverla por si habia fractura), la nariz goteando sangre y el ojo hinchado, asustada, adolorida, incómoda, esperé.
¿Qe otra me qedaba?

La cobertura del lugar, jamás llegó. Para eso pagan.
La cobertura de mi obra social, llegó cuando era inservible, todo por una
señorita tan bien entrenada en atender el teléfono qe sabe cuándo un accidente
es de vida o muerte y cuándo no tiene problema en esperar hasta qe la ambulancia
se digne llegar. Para eso pago yo.


Demasiado tiempo despues, a alguien se le ocurrió llamar al SAME.
Cinco minutos despues estaba en una camilla del hospital Argerich.


Le ponen toda la voluntad, pero no alcanza.
Un camillero para el monstruo de hospital qe es.
Una sala de Rayos qe no funciona.
La receta? Una hoja de fotocopia mal sacada dada vuelta.

Eso es el hospital público hoy por hoy, los restos de lo qe hay.
Las salas llenas, los médicos cansados de tanta gente y de tanto correr.
Los instrumentos en mal estado, los pasillos destruidos.
¿Alguna vez los llevaron en camilla sobre un bache? No es divertido.

Qieta,dura sobre una tabla, esperando alguien qe se anime a dar un diagnostico basado en tacto y en radiografias qe no se ven por culpa de la maqina, esperé.
(si, segui esperando)
Dolia horriblemente.

Me reí.
Fue lo único qe qedaba por hacer.
Cuando todo está en la nada, es lo único qe te qeda.
Reir y tratar de ser feliz.
No sabia si podia pararme, no sabia qe tenia en la cara, no sabia si alguien iba a hacer algo.

Me rei como si no fuera triste.
Me rei para hacer reir a los de alrededor.
Me rei para no llorar.


Es doloroso ver ese mundo interno de los hospitales, aun mas el del publico.
Ese qe se sustenta con las monedas del estado, qe vive de la suerte.
No alcanza nada, y uno se va (si tiene suerte) a un privado, en lugar de ayudar.
Es mas triste ver qe esos inutiles qe no atendieron una ¨urgencia¨ se revuelcan en plata (plata nuestra) y tienen todo lo qe a nosotros nos faltó. Las maqinas son mejores, indiscutible. La calidad es la misma o mejor, indiscutible. Los tiempos de espera suelen ser los mismos. El lugar,mejor.
Es triste saber qe ir a un privado es lo mejor qe se puede hacer por la salud propia.
Es triste saber qe es asi.

Habrá qe reir.

2 comentarios:

  1. q feo lo q te paso... la risa es bastante rara en esas situaciones...

    lo del argerich tiene una causa, macri

    espero q esté mejor

    un abrazo

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  2. ah yo soy un colgado, esto es del año pasado... buenoel hospital no debe haber cambiado mucho, seguro está peor...

    y espero q vos estes bien :P

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